Los esposos, docentes y compañeros de trabajo, Silvia Yancapallo y Helmer Del Pozo, se conocieron hace quince años, cuando decidieron emprender la docencia hospitalitaria en educación especial, ayudando a niños y niñas que no pueden asistir a clases.
«Tuvimos que hacer bastantes cambios y nosotros mismos mejorar como profesionales. Hasta la fecha nos capacitamos constantemente, nuestros estudiantes lo valen y ver cómo aprenden y crecen como personas vale cada segundo de esfuerzo», señalaron.
Es así como Silvia Yancapallo pide que se respeten los accesos a plazas educativas a menores con discapacidades, debido a que por derecho les corresponde el 5% de niños con discapacidad con cada aula.
«Siempre y cuando un menor sufra de discapacidad leve o moderada, puede estudiar a la par con otros alumnos. Claro, va a ser un reto para los maestros, pero la vida es así, la educación es así, y debe ser igual para todos. La discapacidad no es incapacidad», finalizó.
R.R.Q.A.