El sistema de gobernanza de China

Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China y del Gobierno central, China ha movilizado los recursos necesarios en pos de grandes hazañas, ha mejorado continuamente la calidad de vida de la gente y ha trabajado en la creación de un país donde reine la prosperidad común.

De cara a cambios globales nunca antes vistos, nuestro país se ha embarcado en un camino de gobernanza moderna con peculiaridades chinas, basado tanto en la cultura tradicional china como en conceptos de la gobernanza moderna. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China y del Gobierno central, China ha movilizado los recursos necesarios en pos de grandes hazañas, ha mejorado continuamente la calidad de vida de la gente y ha trabajado en la creación de un país donde reine la prosperidad común.

En febrero pasado, frente al brote del nuevo coronavirus en Wuhan, el Gobierno decidió convertir algunos estadios locales en 16 hospitales provisionales para aislar y tratar a pacientes infectados. El 10 de marzo, todos estos hospitales fueron cerrados tras el término de su cometido. En tanto, a mediados de marzo, los nuevos casos confirmados de COVID-19 cayeron exponencialmente, mientras que diversas compañías a lo largo del país reanudaron sus operaciones y producción.

Si bien la epidemia se ha podido controlar dentro de China, esta se ha propagado por muchos países alrededor del mundo. En ese sentido, China se ha mantenido activa al proveer ayuda a las naciones afectadas, enviar equipos médicos y hacer contribuciones constantes hacia una comunidad que asegure un destino compartido para la humanidad. China asocia su propio desarrollo al del resto del mundo, y los intereses del pueblo chino están también alineados a los intereses de los ciudadanos de todo el planeta. Su sendero y logros no son solo de China, sino de todos.

La reestructuración del ciclo económico exterior

China la viene aplicando mediante una ampliación de su apertura

Por LISHAOHUI*

La cuarta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) se llevó a cabo en un momento crítico del proceso de rejuvenecimiento de la nación, en el marco del 70.° aniversario de la fundación de la República Popular China. Por ende, su significado histórico es enorme.

Una mentalidad abierta

Durante la sesión se revisaron y adoptaron las decisiones del Comité Central del PCCh respecto a la protección y mejora del sistema socialista con peculiaridades chinas, así como a la modernización del sistema nacional y su capacidad de gobernanza. Wu Jing’an, subdirector del Departamento de Estudios de Economía Urbana de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, quedó particularmente impresionado con la siguiente línea del documento final: “La mantención y mejora del sistema socialista del Estado de derecho con peculiaridades chinas y la mejora de la capacidad de gobernanza y del ejercicio del poder del Partido de acuerdo con el sistema de la ley, así como la mantención y mejora del sistema económico socialista y el fomento del desarrollo de alta calidad de la economía”. Desde su punto de vista, esto demuestra que China entiende claramente que el mundo atraviesa cambios sin precedentes en el último siglo y expresa un compromiso con el papel decisivo del mercado en la distribución de los recursos, al igual que con un despliegue aún mejor del papel gubernamental.

Ante el Foro de Negocios del BRICS que tuvo lugar en julio de 2018 en Johannesburgo (Sudáfrica), el presidente chino, Xi Jinping, señaló que somos testigos de profundos cambios que están aconteciendo en el mundo, los cuales no se habían visto en un siglo. También vaticinó que la próxima década será una década crucial, en la que los nuevos motores del crecimiento mundial reemplazarán a los antiguos.

Según Wu Jing’an, los cambios “nunca antes vistos en un siglo” comenzaron en 2008 con la crisis financiera, y se debe a dos ciclos globales que difícilmente siguen circulando: el global monetario con “impresión de dólares estadounidenses + emisión de bonos estadounidenses” y el ciclo económico internacional basado en el patrón de “países consumidores + países productores”.

En los años que siguieron a la crisis financiera de 2008, la deuda nacional de Estados Unidos aumentó de 10 billones a 22,72 billones de dólares al cierre del año fiscal de 2019. Ya que el país se encuentra asediado por el déficit fiscal y comercial, las empresas, los consumidores y las instituciones financieras estadounidenses tienen cada vez más deudas y se sobregiran. Además, debido a la baja tasa de ahorro doméstico, la demanda agregada de Estados Unidos ha estado por sobre la oferta agregada durante mucho tiempo. El resultado es la inflación de deudas, que, según explica Wu, es el factor decisivo del volátil ciclo global económico y de divisas.

De cara a esta realidad, la cuarta sesión plenaria del XIX Comité Central del PCCh decidió mejorar aún más el sistema basado en la economía de mercado socialista, los mecanismos institucionales de la innovación científica y tecnológica, y su mecanismo en pos de una economía mundialmente abierta.

De acuerdo con Wu, primero China ha reestructurado el gran ciclo económico exterior con una “ampliación de la apertura”. Por ejemplo, se propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta, se establecieron 18 zonas piloto de libre comercio, se publicaron 11 medidas financieras de apertura al exterior, se emitió la Circular sobre Medidas hacia una Mayor Apertura y el Uso Activo de la Inversión Extranjera (2017) y se adoptó la nueva Ley de Inversión Extranjera, que entró en vigor el 1 de enero de este año.

En el plano doméstico, China ha ido fomentando nuevos motores de crecimiento a través de la innovación científica y tecnológica. Ha establecido centros nacionales de ciencia y tecnología en las zonas de Zhangjiang en Shanghai, Huairou en Beijing y Hefei en la provincia de Anhui; ha construido una serie de instalaciones destinadas a la ciencia y la tecnología; y ha llevado a cabo un gran número de programas en este rubro. En octubre pasado, el Buró Político del Comité Central del PCCh realizó una sesión de trabajo para discutir el desarrollo de la tecnología de cadena de bloques (blockchain), que se espera que lidere los avances en el campo de la innovación independiente.

El país también está realizando esfuerzos para fomentar el consumo doméstico, con el fin de atenuar las incertidumbres en la demanda externa. En septiembre de 2018 se divulgó un documento para la mejora del sistema de consumo y de los mecanismos para liberar aún más el potencial de consumo de los ciudadanos; en octubre de ese mismo año se promulgó un plan de acción para fomentar el turismo rural; mientras que en agosto de 2019 se publicó un documento para acelerar la circulación de bienes y servicios que estimule el consumo comercial, y luego, otro documento para explorar el potencial del consumo cultural y turístico, que en su conjunto apuntan a la creación de un mercado doméstico más robusto.

“Estos avances enriquecerán aún más el sistema económico socialista de China, permitirán al país continuar tomando iniciativas, y le proporcionarán un entendimiento cabal del panorama general que vive el mundo caracterizado por la interconexión de los desafíos y los cambios repentinos”, señala Wu.

Una mentalidad basada en el imperio de la ley

Los abundantes factores de producción –tales como la tierra y la mano de obra– tras el proceso de Reforma y Apertura se convirtieron en el principal motor de desarrollo económico de China en su primera etapa. Sin embargo, tras varias décadas de crecimiento acelerado, la escasez de trabajadores migrantes en el sector manufacturero y de terrenos para la construcción se ha vuelto más pronunciada, mientras que la batalla por atraer a mano de obra calificada se ha intensificado. Ya queda poco espacio para un crecimiento impulsado por “la inversión de elementos”, y se ha logrado el consenso de que dicha “inversión de elementos” se va transformando en una “distribución de los recursos”.

Wu sostiene que cuando el mercado juega un papel decisivo en la distribución de los recursos y el Gobierno mejora sus funciones en este proceso, todos los factores de la economía –como la fuerza laboral, el conocimiento, la tecnología, la gestión y el capital– logran potenciarse en pos de la riqueza social. “Al estimular el mercado y levantar las fuerzas internas detrás del crecimiento económico, el presidente Xi hizo hincapié en la necesidad de crear un entorno empresarial que sea estable, justo, transparente y predecible, que puede ser fomentado a través del imperio de la ley”.

De cara a los nuevos requerimientos en pos del desarrollo, la cuarta sesión plenaria del XIX Comité Central del PCCh reiteró su compromiso por seguir firme e invariablemente el camino del imperio de la ley del socialismo con peculiaridades chinas, impulsar integralmente la gobernación del país según la ley, y persistir en la gobernación legal y en la construcción de un Estado, de un Gobierno y de una sociedad regidos por la ley.

La economía de mercado es, en su esencia, una economía bajo el imperio de la ley, lo cual garantiza las reformas económicas y el desarrollo. Por ejemplo, el Reglamento sobre la Optimización del Entorno Empresarial, emitido en octubre pasado, tiene como fin regular los intereses de los diferentes actores del mercado bajo un marco legal y, por otro lado, asegurar que compañías e individuos tengan acceso libre al mercado y a recursos para que puedan prosperar y competir en pie de igualdad.

Según Wu, el reglamento refleja adecuadamente la mentalidad basada en el imperio de la ley. 

Primero, disminuye al máximo una interferencia directa del Gobierno en el mercado y reduce los permisos, exámenes y aprobaciones administrativas. Para los permisos y certificados que son necesariamente guardados, aplica el procedimiento de notificación y compromiso. Además, controlan estrictamente los permisos administrativos instalados nuevamente, los cuales deben ser discutidos y escudriñados rigurosamente.

Segundo, ningún departamento gubernamental puede hacer una lista negra en cuanto al acceso al mercado, ni tampoco perseguir intereses aprovechando las evaluaciones del entorno empresarial. Todas las instituciones públicas, organizaciones sociales y corporaciones subordinadas a los órganos administrativos están prohibidas de proveer servicios intermedios relacionados con los exámenes que están bajo el cargo de su órgano.

Tercero, China ofrece una protección omnidireccional a los actores del mercado, incluyendo una protección a la autonomía de gestión, al derecho de propiedad y a otros derechos e intereses legítimos. Fomentan la protección del derecho de propiedad intelectual y del sistema de compensación y castigo.

Cuarto, se han removido todos los obstáculos para quienes quieren entrar o retirarse del mercado. El país también está trabajando para agilizar los procedimientos para que las entidades de mercado se puedan dar de baja mediante la simplificación de trámites, la reducción de los tiempos de espera y la disminución de los costos.

Quinto, China ofrece un entorno político estable y subraya que se debe dejar un tiempo de ajustes para la implementación de las nuevas leyes y regulaciones, con el fin de evitar políticas superpuestas y contradictorias en lo referente a las actividades de los actores del mercado.

Tal como observa Wu, el impulso pleno de la gobernanza según la ley constituye una profunda transformación social. Una mentalidad basada en el imperio de la ley tendrá un profundo impacto en todos los ámbitos de la sociedad, lo cual supondrá continuas mejoras en la economía, el mercado y la vida del pueblo.  

*Li Shaohui es reportera de China Reform Daily.