Tras finalizar la cuarentena en China, algunos mercados siguen comercializando animales vivos. A pesar de existir la sospecha de que el coronavirus se originó justamente en estos lugares, la gente sigue acudiendo a ellos.
El real problema que genera la reapertura de estos mercados es que aún se comercializan murciélagos y pangolines, animales que supuestamente fueron los primeros transmisores del virus. Aparte de esto, se le suman las condiciones antihigiénicas a las que se exponen a los animales en venta y a los visitantes.
China en febrero pasado, declaró la prohibición inmediata e integral del comercio de animales vivos, sin embargo, esta restricción no parece haber sido tomada en serio por los comerciantes. Un ejemplo es el mercado de Dongguan, en el sur del país asiático, donde aún se venden murciélagos, serpientes, lagartijas y sapos.
Wuhan, ciudad donde se originó el virus, es el único lugar de China donde aún se encuentran en cuarentena, pero poco a poco se están empezando a levantar las restricciones existentes.
C.T.M.
