Lo que parecía un sueño ahora es una realidad para todas las personas que fueron diagnosticadas con cáncer y sufrieron la pérdida de parte de sus rostros debido a la llegada de las prótesis 3D, una tecnología que se ha ido desarrollado en los últimos años.
Gracias a la labor de Rodrigo Salazar y su equipo en Sao Paulo en Brasil, quienes se comprometieron a cambiar vidas y revolucionar la medicina humana.
Luciano Dib, uno de los supervisores y co-investigador de Salazar, tuvo la idea de realizar modelos de prótesis en 3D.
“Vi gente en el centro comercial haciendo impresiones en 3D, así que pensé, ¿por qué no podemos usar eso para las prótesis”, recuerda.
“En el pasado nos tomaba mucho más trabajo, horas de escultura a mano, además de ser un proceso más invasivo para copiar el rostro del paciente, con materiales en la cara. Hoy, con fotos de un celular hacemos un modelo tridimensional”, afirma Rodrigo Salazar, el investigador principal.
Denisse Vicentin de 53 años es una paciente que perdió parte del rostro a causa del cáncer, pues hace 30 años se desarrolló un tumor en su rostro. Dicho procedimiento no solo afectó su físico si no también su matrimonio y dignidad pues al salir a las calles muchas personas la miraban, lo cual era muy difícil de sobrellevar para ella.
Vicentin es una brasileña que recibió con mucha emoción dichas prótesis, pues tras perder parte de su ojo derecho y parte de la mandíbula por el cáncer podrá acceder a este tratamiento a un bajo costo.
“Hoy puedo decir cuánto mejor será andar por las calles. No tengo palabras”, señalo la paciente entre lágrimas.
Vicentin es una de las 50 pacientes que fue tratada desde el 2015 por Salazar y su equipo. Equipo que se especializa en prótesis maxilofaciales, una rama de la odontología que permite reconstruir las caras a pacientes que sufrieron de enfermedades, traumatismos o defectos de nacimiento.
Este proyecto consistió, luego que Salazar tomará 15 fotografías del rostro de Vicentin en diferentes ángulos para hacer un modelo digital tridimensional. Con esta impresión un diseñador gráfico creó un reflejo de la mitad del rostro sano de Vicentin, luego los técnicos imprimieron un prototipo de prótesis en 3D que usaron para crear la versión final de silicona, resina y fibras sintéticas.
Para hacer que la prótesis se viera lo más real posible, se combinaron cuidadosamente su coloración con la piel y el ojo azul de la paciente. Un trabajo de forma exitosa realizado por Salazar y su equipo.
S.C.M
