La Universidad de Princeton reveló los 1131 manuscritos de T. S. Eliot. Estas cartas relatan un romanticismo que padecía el autor, debido a su amor profundo hacia su mejor amiga Emily Hale.
El ganador del Premio Nobel de Literatura, T. S. Eliot, en sus cartas pregonaba la difícil relación que tuvo con su primera esposa. No obstante, entre todos el repertorio de cartas, el poeta glorificaba lo místico que llegó a significar Emily Hale en su vida. Una relación que dejó una huella en el corazón del autor, principalmente en su obra.
En las cartas reveladas al público, el poeta manifestaba su amor platónico y lo que pudo haber sido junto a Emily Hale, a quien conoció en Harvard en 1912. Por ese entonces Emily era profesora de arte dramático. Es más, en una de las cartas que escribió Eliot, relata sin ningún atisbo de limitación, una ácida crítica de lo que hubiera sido su vida como docente al lado de la mujer que logró despertar en él un simbolismo de felicidad ante la convivencia de su primera esposa, Vivienne, con quien pasó 17 años de tormentos.
La presencia de Emily Hale, su recuerdo como alguien importante en la vida del autor, vive en la memoria de sus escritos. Y se puede notar su influencia en obras como Miércoles de ceniza de 1930 o «Burnt Norton” que pertenece a uno de sus primeros Cuatro cuartetos, su obra máxima y una de las más importantes.
C.M.D.M.