¿Es el código de barras una invención innovadora?

Existen dos versiones distintas sobre cómo surgió esta herramienta revolucionaria que cambió para bien la industria del mercado.

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Existen dos versiones de la historia de cómo esta herramienta tecnológica surgió. Sin duda una es más conmovedora y mágica que otra, pero ambas son importantes para entender cuán grande fue el impacto de su uso para el mercado mundial.

Por un lado, la historia de Joseph Woodland cuenta que este estaba dando vueltas a una pregunta que le había hecho un comerciante local sobre cómo acelerar el pago y el tiempo en sus tiendas y así automatizar el proceso de registrar la transacción. Tras darle tantas vueltas al asunto, Woodland prefirió pensarlo en la playa de Miami Beach, empezó a jugar con la arena, dejándola caer entre sus dedos. No fue hasta que posó sus ojos en el rastro que había dejado la arena cuando se le ocurrió algo, podría usar líneas delgadas y gruesas para codificar información.

Gracias a la tecnología láser y a la modificación del sistema de rayas que tenía pensado en un inicio Woodland, en los años 50, el ingeniero Collins logró que los vagones del tren sean identificados por medio de la lectura automática de un escáner.

Por otro lado, la otra forma de contar la historia, se resume en que la Asociación de Fabricantes de Productos Alimenticios (GMA) y la Asociación Nacional de Cadenas de Alimentación de EEUU (NAFC), tras numerosas reuniones, llegaron al acuerdo de un código estándar para el Universal Product Code (UPC).

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Después de saber ambas versiones, es pertinente preguntarnos sobre el impacto que ha tenido esta herramienta tecnológica en el comercio. Pues sorprendentemente, esta nueva herramienta consta con más ventajas que desventajas; sin embargo, esta solo beneficia a los comerciantes micro y macro empresarios, dejando de lado a los negocios familiares pequeños, ya que realmente no la necesitan.

Entre las ventajas más favorables tenemos que el consumidor tiene un mejor y más rápido servicio, evitando largas filas; asimismo, existe un margen de error muy bajo al momento de estar tarjando cada uno de los productos; además, mejora la competitividad de mercado.

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