Después de que el exmandatario izquierdista, Evo Morales, dimitiera el cargo de presidente de la República el pasado domingo 10 de octubre, la embajada mexicana en La Paz, le ofreció asilo político puesto que también se lo habían brindado a funcionarios y legisladores bolivianos.
Respecto a la política de México hacia América latina, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, a través de su cuenta de Twitter anunció el apoyo. Además, criticó lo que considera un golpe de Estado y pidió solidaridad internacional para respetar la integridad e inviolabilidad de la embajada en La Paz.
Horas atrás, Ebrad había denunciado y dado el apoyo a Morales y se refirió: “En Bolivia hay una operación militar en curso, la rechazamos, es similar a aquellos trágicos hechos que ensangrentaron nuestra América Latina el siglo pasado. México mantendrá su posición de respeto a la democracia y las instituciones. Golpe no”.
Luego de la renuncia, el presidente de México, Andrés López Obrador, brindó halagos a Evo en Twitter por haber dimitido para apaciguar la gigantesca ola de conflictos en Bolivia de parte de los ciudadanos, policías y la recomendación de las fuerzas armadas para que renunciara. “Reconocemos la actitud responsable del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”, escribió López Obrador.
L.A.R.Q.
