Setenta y seis años después de una de las peores etapas vividas por la humanidad, Bruno Day fue a juicio, debido a su trabajo como guardia en el campo de concentración nazi de Stutthof. Day es acusado de ser cómplice en la ejecución de miles de personas durante la Segunda Guerra Mundial.
El juicio fue este 17 de octubre en la sala 300 del tribunal de Hamburgo a las 11:10 y al presentarse, el exguardia acudió con su silla de ruedas junto a varios médicos y una asistente, que hacía de enfermera.
Debido a el precario estado de salud del acusado, el juicio será dividido en 11 sesiones de dos horas cada una y hasta dos por semanas, además, la jueza antes de iniciar resaltó “si el acusado colapsa, desalojen la sala de inmediato”.
El abogado de Day, Stefan Waterkamp, aseguró que el acusado fue obligado a trabajar en dicho campo de concentración cuando apenas tenía 17 años. “Lo que le pasó le daba pena, sabía que no eran criminales; sin embargo, él era obligado a hacer su trabajo” señaló.
J.P.P.