Juntos por Flavia Issei

Aunque no es el caso, por lo general, la miocardiopatía hipertrófica es hereditaria.

«Te cuento que a mis 7 meses de vida, soy una bendición bien valiente, a pesar que me diagnosticaron Miocardiopatía hipertrófica no obstructiva… », esa es la frase con la que inicia una publicación en la fan page «Juntos por Flavia Issei» y pese a que muchas personas desconocen sobre esta patología, según la Fundación Española del Corazón, se estima que 1 de cada 500 individuos padece de esta enfermedad.

Es así que la Miocardiopatía hipertrófica no obstructiva tiene como característica el engrosamiento del músculo cardíaco, para ser exactos del miocardio, y estamos hablando de un engrosamiento anormal que en pocas palabras el órgano es muy grande para el cuerpo de quien lo padece, lo que trae como consecuencia que al corazón le resulte más difícil bombear la sangre.

La miocardiopatía es una enfermedad que puede afectar a personas de cualquier edad, en el caso de los pacientes pediátricos esta enfermedad, de acuerdo al portal Intramed, «es rara y a veces las complicaciones pueden llevar a la muerte».

«La incidencia de miocardiopatía pediátrica es de 4,8 por 100 000 lactantes y 1.3 por cada 100 000 niños menores de 10 años de edad y se ha observado una incidencia creciente de esta condición».

Lamentablemente, Flavia Issei Yamamoto Almache es una más de las estadísticas. Todo comenzó cuando Sandra, madre de Flavia, se realizó su penúltimo control de embarazo, allí le darían fecha para su cesárea; sin embargo, aunque fue una dulce espera, no se imaginaría lo que estaría por suceder. Sandra se encontraba en emergencia por causa de una preeclampsia, para las que son madres, esta palabra causa terror, ya que la preeclampsia es una grave enfermad que puede afectar tanto a la mamá como al bebé y tiene el efecto de reducir el flujo sanguíneo a la placenta, causando incluso la muerte.

Desafiando a todo diagnóstico, la cuarta integrante de la familia Yamamoto Almache  llegó a este mundo, lastimosamente, después del vientre de su madre, Flavia no conoció el calor de su hogar sino el de una incubadora. Así transcurrieron 18 largos días entre agujas, medicamentos, exámenes y salas de espera.

Actualmente, Flavia tiene siete meses y es una bebé que, si bien es cierto, aparenta desarrollarse con normalidad, también es cierto que no se encuentra dentro de los rangos aceptables según su tarjeta de control, pues ni siquiera ha llegado al peso mínimo, según su edad. En una de las últimas citas con el médico, este les indicó que su hija debía pasar un examen genético, el cual podrá prevenir algún tipo de complicación en el futuro, por ejemplo, con ello podrán enterarse si existe algún órgano que aumenta de tamaño. Por desgracia, el seguro no lo cubre y tiene un costo aproximado de USD 5000, cifra muy fuera del alcance de la familia.

Por ese motivo, los padres de Flavia han iniciado una campaña de solidaridad por las redes sociales, poco a poco su historia se va difundiendo y comienzan a recibir ayuda, pero aún no llegan a tal elevada cifra. En algún momento alguien dijo que cuando los peruanos se juntan pasan cosas increíbles, ¿se imaginan que podría pasar si lo hacemos por Flavia?, sin duda sería algo grandioso.

Dato: si deseas ayudar a Flavia Issei, puedes realizarlo mediante los siguientes números de cuenta.

BBVA: 0011-0101-0200462792 – Sandra Almache La Rosa

BCP: 194- 91688508 – 0 – 52 –  Juan Yamamoto

Z.C.M.F.