«El Misterio de Henri Pick»: el thriller literario lleno de gracia

«El Misterio de Henri Pick» (Le Mystère Henri Pick) de Rémi Bezançon, puede ser definido como un thriller literario, este género quizá solo tenga sentido en países como Francia, en que la cultura y la literatura aún tienen cierta centralidad.

¿Quién es Henri Pick? Un pizzero anónimo de Crozon en Gran Bretaña que dos años después de muerto se convierte en una celebridad póstuma. Todo esto trasciende cuando un manuscrito firmado por él es encontrado en la biblioteca de la ciudad y cuando es publicado, se convierte en un gran éxito en ventas en la estación literaria.

Ante esto, su familia se muestra perpleja, ya que su esposa viuda asegura de que Henri no era un escritor dominical, ni mucho menos escribía versos después del trabajo. Ni si quiera leía, la única cosa que escribía era la relación de compras necesarias para abastecer su establecimiento, un lugar de muy buena reputación.

El caso literario cambia de rumbo cuando la familia es invitada a participar del famoso programa de televisión presentado por el crítico Jean-Michel Rouche, quien se inspira en el también presentador de televisión Bernard Pivot, el cual mantuvo Apostrophes durante 25 años, un programa literario de la televisión francesa. En plena emisión de su programa, Rouche da un tremendo paso en falso cuando critica la autoría del libro poniendo a la esposa del difunto Pick indignada en presencia de los demás familiares, de la dirección del programa y hasta de su propia esposa. Al caer en desgracia, Rouche intenta ocupar su tiempo libre en descifrar el misterio con la compañía inusual de Josephine, hija del famoso escritor.

Ese es un subtema interesante de este libro que está próximo a convertirse en película. En un ambiente supersaturado de informaciones, ¿Cómo hacer que uno de ellos sobresalga de los demás y se distinga en el mar de ofertas en el que se transformó la sociedad contemporánea? Solo por inusual. Es decir, en la medida que es radicalmente diferente, no en una obra, sino en su autor. Es por eso que si el modesto Henri escribió a escondidas y, a la hora de su revelación, ya no pudo hablar de su libro, fue porque él está muerto.

Por lo tanto, el mercado editorial puede ser el tema central de esta agradable comedia que es El Misterio de Henri Pick. Sin exhibicionismo alguno, expone los placeres y las contradicciones de una cultura libresca, el alma de Francia como lo son Voltaire, Rousseau, Zola, Montaigne, Proust, Balzac y muchos más. Incluso en Francia, esta centralidad literaria parece estar en proceso de erosión frente al culto a las celebridades de este extraño nuevo mundo de las redes sociales, de los me gusta y de la superficialidad. El Misterio de Henri Pick habla de todo eso. Con mucha gracia y sin cualquier alteración, peso o sobrecarga intelectual inútil.

W.S.S.