Historiador Arnaldo Mera: «Las monarquías europeas sobrevivirán»

El historiador y especialista en temas monárquicos, Arnaldo Mera, nos da un panorama general de la situación de las monarquías europeas y su futuro como forma de gobierno.

Ricardo Sánchez Serra

-¿Las monarquías europeas gozan de buena salud? ¿Es sólida la institución?

Las escandinavas son las que están en mejor estado siempre porque han ido con el avance del desarrollo social y se han ido adecuando a los tiempos. La pérdida del poder monárquico en Noruega, Suecia y Dinamarca, al entregar el poder al pueblo han ido estabilizándose más en toda una centuria. Ahora el debate que hay en Suecia es si califica el esposo de la princesa heredera para ser príncipe consorte, porque este era un entrenador de training. El pueblo les exige más.

La confesión protestante ayudó mucho, por ejemplo, la reina Victoria de Inglaterra, aprobó las primeras leyes de desarrollo social, contra la explotación del trabajo infantil y laboral en general, todo lo que se lee en Oliver Twist y otras obras de Charles Dickens era cierto. Y todo va mejorando en ese reinado. En ese momento los obreros no tenían voto y cuando lo tuvieron se dieron cuenta que quien los ayudó fue la cabeza del trono.

Los reinados protestantes gozan de buena salud porque muchas veces los reyes son cabeza de su Iglesia y se encuentran en estado diferente a las monarquías católicas como Lichtenstein -que es casi feudal-, Mónaco que depende de Francia, Luxemburgo, Bélgica y España, en que se ha ido perdiendo la esencia monárquica tradicional y es más laica.

Inglaterra está en su mejor momento. Suecia se ha llenado de niños –hay un futuro dinástico-, en Dinamarca me sorprende que periodistas jóvenes escriban que la reina debe irse porque está mayor. Se olvidan del plebiscito, por el cual Margarita II llegó a ser reina. Hubo un cariño del pueblo a la entonces niña, que el pueblo cambió la Ley Sálica.

Todas han entrado con buen pie al siglo XXI.

-¿Es probable que en algunas naciones regrese la monarquía? Hay añoranzas en Rusia, Grecia y Rumanía….

Portugal intentó restaurar la monarquía después que ascendió Juan Carlos al trono. La República Portuguesa devolvió los bienes a la familia real y trajo del exilio a un príncipe portugués que había nacido en Austria, para que viviera allí y aprendiera portugués, porque era su tierra. Ese respeto a la historia lo ha permitido Rumania, Bulgaria –el rey postuló a primer ministro y ganó-, Serbia, Montenegro, a sus nobles les devolvieron sus propiedades y la ciudadanía. Igual en Polonia, se les devolvió sus castillos. Alemania devolvió a los príncipes sus castillos. En Rusia Yeltsin rehabilitó a la familia imperial, que fue fusilada por los bolcheviques e hizo un entierro formal. Es buscar la paz con el pasado. En Grecia hay un odio visceral contra el rey actual en el exilio Constantino II, un odio heredado contra la madre del rey Federica de Hannover, que interfería en la política y sacaba ministros y abusaba mucho de las regalías. Hoy en día las monarquías circunscriben las regalías a una boda o muerte real y la inauguración del Parlamento en el caso de Inglaterra. Para los griegos fueron una familia de daneses que los gobernaron, no los sienten griegos.

En general, los partidos monárquicos europeos son minoritarios. En Austria la dinastía está perseguida, no puedes decir que eres Habsburgo, en Italia está prohibido. En República Checa, Hungría y Eslovaquia no se les reconoce nada.