El Día de la Victoria, celebrado cada 9 de mayo en Rusia y en los expaíses de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, albergó un gran desfile militar en la Plaza Roja de Moscú que presidió el presidente Vladimir Putin por el 74 aniversario de la liberación de gran parte de Europa del yugo nazi y en donde se puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
En una exhibición de la poderosa fuerza militar rusa, desfilaron más de 13 mil soldados acompañados por misiles intercontinentales, baterías antimisiles y otros equipos militares por más de una hora en la conocida Gran Guerra Patria.
Entre los principales armamentos de guerra circularon los cazas Su-35, Su-30, MiG-31 y MiG-29, el cazabombardero Su-34, los bombarderos estratégicos Tu-160, Tu-22 y Tu-95 y los helicópteros de combate Mi-28 y Ka-52 y de transporte Mi-26 y Mi-8. El fin de la fiesta lo protagonizaron los cazas Su-25, los cuales dibujaron con humo la bandera tricolor en el encapotado cielo moscovita.
Similares paradas se celebraron en otros lugares del país, desde Volgogrado, antigua Stalingrado, hasta al puerto de Sebastopol, como también, en las bases militares rusas en Siria.
Asimismo, en una emotiva conmemoración, al término del desfile se celebró la marcha del Regimiento Inmortal, en la que los rusos portaron los retratos de familiares que combatieron en la Unión Soviética y los aliados sobre la Alemania nazi, que cobró la vida de más de 27 millones de personas, de los cuales unos 8 millones eran soldados.
D.P.R.
