El «síndrome de Ulises» amenaza la salud mental de los migrantes

La salud mental de los migrantes se encuentra en peligro debido al cambio de vida en otro país y a las serie de restricciones que desestabilizan la oportunidad de conseguir un mejor futuro.

El 2018 se realizaron numerosas carabanas de migrantes en diversas parte del mundo.

El sentimiento de fracaso, el aislamiento social o la sensación de soledad, sumado al miedo constante a ser deportado, son parte de las problemáticas psicosociales a las que se enfrentan diariamente los migrantes en el mundo y se le conoce como “el síndrome de Ulises”, con relación a la historia de peripecias del mítico personaje.

Diversos estudios llevados a cabo con hispanos en Estados Unidos, demuestran que el miedo a la deportación, la discriminación, el escaso dominio del idioma y el estatus migratorio incierto, son factores que originan un alto nivel de estrés perjudicando así la salud mental.

A esto se añade la ansiedad ante la posible separación forzada de los seres queridos, lo que deriva a una fuente de profunda angustia, tal y como se evidencia plenamente en un reciente capítulo del pódcast norteamericano This American Life.

En otras investigaciones se ha demostrado que la política de intercepción y detención de los refugiados dados en los conflictos en Medio Oriente, por ejemplo, tiene efectos negativos en cuanto al bienestar mental y es que el estrés vivido es una realidad inherente para los deportados.

Sin embargo, debido a la precariedad de las condiciones de vida y la incertidumbre de una estabilidad laboral, hacen que el acceso a servicios de salud mental y el adecuado tratamiento psicológico, representen un lujo fuera de alcance para los migrantes, por lo que urge se instalen redes de apoyo o asistencia comunitaria en el país de acogida.

K.V.C.