Tras un mes de su lanzamiento al espacio, la nave israelí, correspondiente a la misión Beresheet, logró ingresar a una zona muy cercana de la Luna, conocida como vecindario lunar.
Para un mayor alcance del vehículo espacial, el equipo llevará a cabo una serie de maniobras para facilitar el curso elíptico de Beresheet. “Eso es suficiente para alcanzar la distancia de la Luna a la Tierra, y en realidad es nuestra última maniobra para acercarnos a la Luna”, aclaró el gerente general de la división espacial de Israel Aerospace Industries, Opher Doron.
Por otro lado, se sabe que, hasta el momento la Unión Soviética, Estados Unidos y China, son las únicas superpotencias que han logrado tal hazaña, pero Israel piensa en marcar la diferencia, pues los materiales utilizados son de bajo costo, con un aproximado de 100 millones de dólares.
El proyecto nació en el concurso Premio Google Lunar X, y aunque al finalizar no se obtuvo un ganador, sus creadores, SpaceIL y IAI, no perecieron y continuaron trabajando en ello. El concurso estuvo financiado por fondos privados y su principal objetivo fue que un robot logre aterrizar en la Luna para la realización de tareas.
A pesar de que la nave cumpla su objetivo y recaude información espacial, el verdadero objetivo israelí de enviar vehículos al espacio, es motivar y despertar el interés en la juventud motivada por temas científicos, de ingeniería, matemáticas y tecnología.
A.B.G.P.
