Singapur, el último jueves presentó un aumento de 287 pacientes, con lo cual llega a la cifra más alta desde la llegada de la enfermedad al país. Con estas cifras el número de infectados en el país asiático es de 2 918 con nueve fallecidos.
El primer caso de COVID-19 en Singapur se dio el 23 de enero, y desde ese día el control del gobierno ya era bastante acertado. Aparte de los controles de salud en aeropuertos, también se realizaron pruebas a cada caso sospechoso así como se inició el rastreo de las personas que hayan tenido contacto con algún infectado para proceder al confinamiento en sus hogares.
Las cifras se mantuvieron en niveles bajos durante este tiempo, sin embargo la repatriación de ciudadanos complicó la situación. Miles de personas regresaron a Singapur, procedentes de países donde los gobiernos no habían tenido las medidas correctas contra el virus. De ese grupo de personas, al menos 500 trajeron el virus al país.
Es cierto que el país actualmente se encuentra en un aislamiento parcial, donde algunos negocios siguen funcionando. Sin embargo, los contagios probablemente sigan aumentando debido a que hay trabajadores migrantes que comparten habitación hasta con 12 personas, incluso en uno de estos dormitorios se encuentra el 15% de los infectados. Aparte de esto, muchos obreros siguieron con sus labores a pesar de haber presentado síntomas.
C.T.M.
