A bordo de un barco de nombre Chimborazo, el 1 de setiembre de 1823 llegó al Perú, Simón Bolívar, con el objetivo de enmendar a un país lleno de crisis.
Torre Tagle y la parte del Congreso declararon a Simón Bolívar como suprema autoridad militar en todo el territorio de la República, y el límite de los poderes concedidos que le otorgaron era nada menos que la salvación del país.
Pero Bolívar tenía una figura y personalidad que generaba reacciones diversas entre las personas que las disputas y discordias era la convivencia de todos los días. Así mismo, esto generó que alguien tomará acciones para oponerse a las decisiones tomadas por el Libertador.
Tras esta oposición, estaba Riva Agüero quien creía que los conflictos con los españoles se podía solucionar con diálogo y un acuerdo conjunto. Pero esto sólo hizo que se viera su falta de perspectiva política y cayera frente al poder que tenía Simón Bolívar.
Hacia 1824, llevado por una creciente desconfianza, Torre Tagle reinició las conversaciones con los españoles. El 6 de agosto de 1824 se dio en Junín la primera batalla por la independencia definitiva del Perú conocida como la Batalla de Junín.
En 1826 se aprobó la constitución Bolivariana o Vitalicia, segunda del Perú, la que constituyó otro esfuerzo por consolidar el nuevo Estado peruano. Bolívar propugnó la unidad americana mediante el Congreso de Panamá y el proyecto de Confederación de la Andes.
De estos dos proyectos, el más viable e interesante a largo plazo fue el de la Confederación, que acariciaba la idea de unir Colombia, Venezuela, Quito, Perú y Bolivia bajo una misma carta magna: la Constitución Vitalicia
Se cumplen casi 200 años de la llegada de Simón Bolívar
El 1 de setiembre de 1823 llegó el Libertador Simón Bolívar.