Al menos 700 personas han resultado heridas en los enfrentamientos de este lunes con la Policía israelí en Jerusalén oriental, y 24 personas murieron en los bombardeos de la aviación de Israel sobre la Franja de Gaza, entre ellos 9 niños. Israel por su parte reportó 6 heridos en su población civil, puesto que la cúpula de hierro derribó más de un 90% de los cohetes.

Pero, qué hay detrás de la escalada de violencia en Jerusalén principalmente, y también entre Israel y los territorios Palestinos. Qué pudo haber causado otra pugna en este frágil lugar, pareciera que es un eterno conflicto. Qué provoca que nazca el odio entre ambas naciones, veamos un poco lo que está aconteciendo en Israel y Palestina más de cerca.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está luchando por su supervivencia política, después de cuatro elecciones fallidas en solo dos años, que han provocado que Israel se sumerja en una crisis política. Netanyahu está al frente de un gobierno provisional, mientras afronta cargos de corrupción, asimismo los partidos de oposición luchan por formar un gobierno alternativo viable.

El primer ministro se ha alineado con los políticos de extrema derecha. Entre ellos se encuentra Itamar Ben-Gvir, líder del partido extremista Poder Judío, quienes fueron parte de los enfrentamientos en Sheikh Jarrah (recordemos este nombre) y los alrededor del Monte del Templo. Para los palestinos, varios acontecimientos recientes han avivado temores y frustraciones sobre el futuro de sus demandas de soberanía y derechos sobre Jerusalén.

A fines de abril, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que tiene el control sobre algunas partes de Cisjordania, anunció que posponía lo que se suponía que serían las primeras elecciones palestinas en 15 años. En teoría, las elecciones se llevarían a cabo en la Cisjordania ocupada por Israel, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental. Pero Abbas está en desacuerdo con Hamas, que gobierna en Gaza, e Israel ha prohibido a la Autoridad Palestina operar en Jerusalén oriental, donde la mayoría de los palestinos no son ciudadanos israelíes. Abbas, que estaba rezagado en las encuestas, culpó de la cancelación a Israel, diciendo que no había acordado un mecanismo para que votaran los habitantes Jerusalén oriental.

Sheikh Jarrah, el probable detonante de los últimos enfrentamientos

Una de las principales fuentes del creciente malestar en los últimos días, fue el posible desalojo de varias familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén oriental. El domingo, la Corte Suprema de Israel pospuso una audiencia de apelación sobre este caso que lleva décadas.

Una organización a favor de los colonos israelíes, llamada Nahalat Shimon, está utilizando una ley de 1970 para argumentar que los propietarios de la tierra antes de 1948, eran familias judías, por lo que los actuales propietarios palestinos deberían ser desalojados y sus propiedades entregadas a judíos israelíes.

Los palestinos dicen que las leyes de restitución en Israel son injustas, porque no tienen medios legales para reclamar las propiedades que perdieron ante las familias judías a fines de la década de 1940.

La situación en Sheikh Jarrah ha llamado la atención mundial, y Estados Unidos volvió a expresar su preocupación el lunes. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos tenía “serias preocupaciones” sobre la violencia en Israel antes de agregar que el presidente Biden continúa monitoreando la situación.

“Esto es algo que nuestro equipo de seguridad nacional está monitoreando de cerca, obviamente, en todo el gobierno, ciertamente el presidente se mantiene al tanto y también está observando de cerca”, indicó Psaki ante la prensa.

De los 7 cohetes lanzados hacia Jerusalén, uno fue interceptado por la cúpula de hierro, otro cayó en una casa a las afueras de la ciudad y el resto cayó en áreas despobladas, sin embargo, las explosiones se escucharon por toda la ciudad que aún vive con temor. La sede de la Kneset (Parlamento), donde se celebraba una sesión, tuvo que ser evacuada. Hamás había advertido en un comunicado pocas horas antes, de que si las fuerzas de seguridad israelíes no se retiraban de la mezquita de Al Aqsa actuarían “en represalia por los crímenes en la Ciudad Santa y la brutalidad contra el pueblo palestino”.

Israel conmemoró el pasado lunes 10 de mayo, el Día de Jerusalén, un feriado nacional que celebra la anexión de la ciudad desde La Guerra de los Seis Días en 1967. En los últimos años, miles de israelíes, principalmente nacionalistas religiosos, han desfilado por la Ciudad Vieja, incluido el Barrio Musulmán, en una exhibición considerada provocativa por muchos palestinos. Sin embargo, este año no fue así, Israel cerró ciertas fronteras entre Jerusalén oriental y occidental, junto a decenas de miembros de seguridad para resguardar el evento y evitar más violencia.

El lunes se produjo una escalada de violencia entre israelíes y palestinos, después de muchos días de enfrentamientos y manifestaciones en Jerusalén. Por la mañana, al menos 300 palestinos resultaron heridos en un enfrentamiento en el tercer lugar más sagrado para el islam: La mezquita de Al-Aqsa en el monte del templo en Jerusalén. Por la noche, militantes de Hamas en la franja de Gaza cerca de las 6:00 PM (hora local), habían disparado cohetes hacia Jerusalén por primera vez desde 2014, e Israel respondió con ataques aéreos hacia la franja de gaza, lugar de donde provinieron los más de 200 cohetes.

M.A.N.