Aproximadamente 50 millones de personas se quedaron sin luz simultáneamente, esto debido a una falla en el sistema de protección de la red de interconexión eléctrica. Argentina fue uno de los países más afectados, pues en ese preciso instante también eran víctimas de una tormenta. Cabe indicar que se celebraba el Día del Padre y en cuatro provincias se realizaban elecciones.
Luego de tres horas, las autoridades informaron a la población argentina que el suministro de energía se había estabilizado en un 89 %. El inesperado corte de luz, que afectó además a Uruguay y zonas de Paraguay, provocó que los trenes y el metro fueran suspendidos en Buenos Aires, aunque se salvaron los principales aeropuertos por contar con generadores propios. Pobladores también aseguraron que partes de Chile, Brasil y Paraguay se vieron afectadas.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, calificó lo ocurrido como un caso inédito y remarcó que será investigado a fondo; mientras que el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, convocó a una rueda de prensa en la que se mostró tajante: el apagón es algo muy grave y no puede volver a suceder.
En las próximas 48 horas las empresas encargadas de la distribución eléctrica deberán presentar un previo informe sobre lo ocurrido y uno completo, en un plazo de diez días. Además, se prevé, según establece la ley, que se sancionarán a quienes sean considerados responsables.
Por último, el histórico apagón afectó también a la red de agua potable, lo que llevó a la empresa encargada del suministro hidráulico en Buenos Aires y su populoso cinturón urbano pedir a los usuarios un consumo racional en los hogares.
M.B.P.
