Tras el retorno a clases, la agresión que sufriera un menor de 11 años, de nacionalidad venezolana, en una institución educativa de Puente Piedra, el bullying se ha reinsertado nuevamente entre las principales preocupaciones de los padres de familia, quienes deben estar pendientes de las conductas violentas de sus hijos a fin de decidir si necesitan atención inmediata y así prevenir episodios agresivos en el ámbito escolar.
Al respecto, el jefe del Departamento de Psicología del hospital Víctor Larco Herrera, Iván Lizárraga precisó que es necesaria la ayuda profesional en este tipo de casos.
“El mal manejo de las emociones y de impulsos son algunos de los rasgos de los niños violentos”, explicó el especialista del hospital Víctor Larco Herrera para un medio de comunicación.
También el médico sostuvo que otro de los indicadores para precisar si un niño puede recurrir a la violencia física o psicológica es que sea muy intolerante a aceptar ordenes en casa. “Él o ella toman sus propias decisiones. No cumplen con realizar sus actividades y agreden verbalmente a los familiares”, agregó.
Cabe resaltar que, el doctor Iván Lizárraga señaló que las reacciones como tirar alimentos al suelo, golpear la silla o la pared son señales de alerta que necesitan con urgencia la asistencia de un psicólogo para evitar la generación de problemas en casa, colegio y vida futura.
Finalmente, el jefe del Departamento de Psicología del hospital Víctor Larco Herrera insistió en la importancia de que los padres de familia traten de buscar una adecuada comunicación con sus hijos y desarrollen ambos una escucha activa y responsable.
“Los padres trabajan todo el día, pero al menos deben conversar con sus hijos en el hogar unos minutos, preguntarles cómo van en el colegio, qué cosas han presentado, para que sientan que están interesados por ellos”, añadió.
