Hace unos días el periodista Eddie Fleishman lanzó la noticia que el técnico de la selección peruana solo seguiría hasta el final de la Copa América por su mala relación con los actuales dirigentes de la FPF.
A pesar que a las pocas horas Juan Carlos Oblitas, gerente de las selecciones, haya salido a desmentir dicha información, de buena fuente se sabe que Ricardo Gareca está incómodo con Agustín Lozano y que su renuncia la viene pensando.
Lo único que detiene a Gareca es la esperanza de que la FIFA castigue a Lozano por la reventa de entradas.
Lo cierto es que Lozano y el directorio de la FPF han cortado los gastos que existían en la selección como pasajes en primera clase, alquiler de hoteles, contratación de chárter y muchos gastos administrativos que han hecho que la FPF tengan un déficit de casi 5 millones de dólares.
Sabemos que el técnico argentino no soporta al presidente interino y mucho menos a los integrantes del directorio.
Gareca, Oblitas y compañía le prenden velitas al Señor de los Milagros para que la Conmebol saque del camino a Agustín Lozano y a todos sus seguidores, de lo contrario reafirmarán lo dicho por Fleishman. Gareca se va luego de la Copa América.
G.S.V.
