Descubren el origen de las fístulas coronarias congénita

Unos científicos han descubierto el mecanismo celular que origina las fístulas coronarias, las cuales constituyen una anomalía cardiovascular muy común en las personas.

El estudio abre la puerta a identificar nuevos genes candidatos para el diagnóstico precoz de estas anomalías congénitas y sus riesgos asociados. (Foto: UMA)

Unos científicos han descubierto el mecanismo celular que origina las fístulas coronarias, las cuales constituyen una anomalía cardiovascular muy común en las personas. Cabe señalar que las fístulas coronarias son conexiones anómalas entre distintos vasos sanguíneos del sistema coronario, grandes arterias o venas (aorta, pulmonar o cavas) u otras partes del corazón, como las cámaras del mismo (aurículas y ventrículos).

El equipo internacional está conformado, por parte de España, especialistas de la Universidad de Málaga (UMA), el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de Madrid, el Hospital Materno-Infantil de Málaga, el Centro para la Investigación Médica Aplicada (CIMA) de Pamplona. En el caso de Francia, participaron miembros del Hospital Necker de París y el Instituto Pasteur de París.

Para llevar a cabo este estudio, el equipo ha trabajado con modelos animales genéticos y experimentales, así como muestras humanas de un caso singular de fístula coronaria pediátrica. Los resultados mostraron que la aparición de discontinuidades en la pared del músculo ventricular está en el origen de este defecto coronario.

El profesor de la UMA, Pérez Pomares, señala que las cámaras del corazón están revestidas de tres tejidos: el endocardio, el más interno; el miocardio, la gruesa capa muscular central, que permite la contracción de aurículas y ventrículos; y el epicardio, que cubre la superficie externa del órgano.

Cuando de manera anómala el endocardio y el epicardio entran en contacto durante el desarrollo embrionario de manera precoz, debido a que el miocardio separa las dos capas presenta regiones más delgadas de lo normal o zonas porosas, se genera una conexión entre la superficie y el interior del corazón que madurará en una fístula.

En consecuencia, el estudio abre la puerta a identificar nuevos genes candidatos para el diagnóstico precoz de estas anomalías congénitas y sus riesgos asociados.