A la mirada piadosa del Señor de Los Temblores, expuesta en el atrio de la basílica catedral del Cusco, cusqueños clamaron la caída de lluvias: “taytallay, unuykita, paraykita, apachimuwayku” para esta región, el Perú y el mundo. El acto religioso se ofició en la plaza mayor de la ciudad imperial ante el prolongado déficit pluvial que se registra.
La feligresía en general inició con el rezo del Santo Rosario, luego monseñor Daniel Alarcón Urrutia destacó que la ausencia de lluvia afecta a «nuestros campos, cosechas y pastos, afecta a nuestros montes, redes fluviales, fuentes y pantanos».
“El Señor de la naturaleza nos congrega en esta noche para pedirle a él que se apiade de su pueblo, todo este déficit pluvial es fruto del calentamiento global, no es voluntad de Dios, es resultado del egoísmo, orgullo y soberbia de los hombres que no quieren cambiar su estilo de vida”, expresó el religioso frente a los fieles.
Finalmente, monseñor Alarcón Urrutia señaló que este tipo de actos se llevaron a cabo en provincias altas, valles y sectores más afectados, para pedir por la normalización de la presencia de lluvias.
