Según investigaciones de la Brigada Especial de Investigación Contra la Criminalidad Extranjera, debajo del penal Miguel Castro Castro, se llevaba a cabo un túnel para permitir el escape del serbio Zoran Mihajlovic Jaksic y un mafioso mexicano conocido como el Chava. El túnel de casi 300 metros se encontraba equipado con energía eléctrica, agua, ductos de aire y otras herramientas.
Según un oficial de la mencionada Brigada, los planos de esta obra estuvieron a cargo de un ingeniero mexicano. “Ahora sabemos que esta gente no tenía problema de recursos, sino que su principal preocupación fue la discreción: trabajar y avanzar sin llamar la atención”, señaló.
Los investigadores están convencidos de que al comenzar los trabajos, en el 2018, fue necesario que los excavadores tuvieran planos del penal para no tener ningún margen de error y llegar a un punto ciego de las cámaras de vigilancia.
El abastecimiento de materiales fue ininterrumpido, pues se llevó madera para apuntalar distintos puntos de la excavación y los tubos de plástico que se utilizaron en la ventilación y conducción de agua para ablandar el terreno.
Además, en reiteradas ocasiones llegaban camiones para llevarse la tierra que iban extrayendo los trabajadores. Se calculó que por lo menos salían a diario uno o dos volquetes cargando la tierra extraída.
Para evitar el ruido y las vibraciones al interior del túnel, los trabajadores lo elaboraron y apuntalaron de manera artesanal. “Lo perfilaron a mano para evitar que se desmorone”. El trabajo lo realizaban sujetos colombianos y venezolanos, se supo que había entre 3 y 4 personas por turnos, trabajando día y noche.
Para su mala fortuna, en febrero del 2019 decidieron trasladar a Zoran Mihajlovic al penal de Piedras Gordas, luego de que los rumores llegaran a oídos de los agentes penitenciarios.
Descubrieron todo
Esta semana ingresaron a la av. Santa Rosa 889, Canto Grande, y todo quedó en evidencia. La entrada tiene 1.50 de altura por un metro de ancho. Adentro hay un almacén y una zona de descanso.
El serbio entró al Perú en julio del 2016. Su misión era enviar 800 kilos de cocaína del famoso cártel de Sinaloa.
G.F.M.
