Un nuevo golpe al deporte. Tras la 4ta ola por COVID-19 que se está empezando a vivir en Europa, Alemania (o parte de ella) ha tomado la decisión de no permitir el acceso de hinchas a los estadios. Esto con el fin de que cesen los contagios, no aumenten las cifras y los hospitales no colapsen más.
Uno de los perjudicados a esta medida es el Bayern Múnich, quien jugará a puerta cerradas, probablemente, hasta fin de año. Markus Söder, primer ministro de Baviera, anunció que “los partidos de fútbol deberían volver a estar sin espectadores. Bavaria hará eso. La alta movilidad a la llegada y salida es actualmente irresponsable”.
“Necesitamos una acción conjunta en Alemania. El gobierno federal y los estados federales tienen que armar un paquete que ofrezca seguridad a largo plazo: ampliar la base para los hotspots, vacunas también en farmacias y vacunación obligatoria”, agregó Söder.
Con esta medida no solo se perjudica el Bayern Múnich, quien recibirá la próxima semana al FC Barcelona por Champions League, sino también el FC Augsburg y el Greuther Fürth, pues tendrán que prescindir del público en sus próximos cotejos.