A un año de la recuperación de Karabaj por Azerbaiyán

La ciudad de Agdam, destruida por los armenios. Es denominada la “Hiroshima del Cáucaso”

.

Ricardo Sánchez Serra*

El 8 de noviembre se conmemora la recuperación de la región de Karabaj, por parte de los azerbaiyanos.

Hace un año, en esa fecha, Armenia se rinde después de 44 días de cruentas batallas, en las que murieron alrededor de 7.000 personas, entre militares y civiles. Se firmó una Declaración Trilateral entre Armenia, Rusia y Azerbaiyán de cese del fuego.

Armenia se había apoderado de la región luego de la I Guerra de Karabaj, en 1991. Dicho territorio pertenecía a Azerbaiyán y era reconocido por la comunidad internacional.

Teatro de Arte Dramático de Agdam. Así quedó luego de la ocupación armenia
Así era el Teatro de Arte Dramático

Un millón de azerbaiyanos fueron desplazados y vivían en carpas hasta el año 2007. El gobierno del presidente Ilham Aliyev, les construyó cientos de complejos habitacionales.

Armenia -que consideraba esa región como un territorio ancestral- en esos treinta años de ocupación, no construyó, ni desarrolló nada. Solo buscó borrar los vestigios de la presencia islámica. Destruyó mezquitas, ciudades, los palacios de los kanes, teatros, monumentos, vandalizó los cementerios.

Estadio inaugurado en 1980 por las Olimpiadas de Moscú, en Jabrayil, también fue deshecho
Tumbas islámicas profanadas

Asimismo, minó todo el territorio; y, en su retirada envenenó el agua e incendió los campos de agricultura, además de arrojarles sal, para que no vuelva a crecer nada. Se comportaron como bárbaros y antes de ello lanzaron misiles contra ciudades azerbaiyanas que estaban lejanas al conflicto.

Resto de casas de Ganjá, una ciudad que se encontraba a 100 kilómetros del conflicto, atacada por misiles balísticos armenios

Todos estos hechos nadie nos lo contó, puesto que visitamos la zona hace algunos meses y pudimos comprobar toda la destrucción, la devastación y el salvajismo armenio.

Palacio del Kan de Shushá arruinado por los armenios

Lamentablemente el conflicto no ha terminado. Si bien hay una frágil paz y fuerzas de paz rusas vigilando el alto al fuego, todavía hay un enclave azerbaiyano en manos armenias, como lo es Khankendi (Stepanakert en armenio).

Además, a pesar de los pedidos internacionales, Armenia no se sienta a negociar con Azerbaiyán y fijar los límites definitivos; y, por otra parte, no le proporciona los mapas de los miles de minas personales y antitanques, retrasando así la reconstrucción de Karabaj y el regreso de los desplazados.

Cientos de miles de minas enterradas por los armenios

Sin embargo, el gobierno azerbaiyano se encuentra barriendo el desminado en Karabaj y con una ambiciosa política de desarrollo -invertirá 15 mil millones de dólares- ha construido carreteras, un aeropuerto, mezquitas. Restaura a gran escala edificios y toda la infraestructura básica.

En esta conmemoración victoriosa solo nos queda congratularlos y desearles que la paz y el desarrollo sean el camino del progreso.

*Analista internacional

Tanques armenios capturados se exhiben en el Museo de Trofeos Militares en Bakú

Avanza la reconstrucción en toda la región de Karabaj