Luego de que se le fuera negado el asilo político al expresidente Alan García actualmente se encuentra en su casa, llegó alrededor de las 10:45 a. m. ubicada en el distrito de Miraflores.
En primera instancia según Ricardo Pineda, secretario del expresidente Alan García, anunció que el líder aprista salió de la residencia uruguaya y se dirigió a la casa de su hija Carla García, en San Isidro, luego que el mandatario de Uruguay rechazó que exista persecución política en el Perú y negara el asilo diplomático.
Sobre si Alan García pedirá asilo a otro país, el secretario del expresidente dijo que este no recurrirá a otro gobierno, pero luego dijo “no estoy autorizado, ni tengo información sobre ello”.
Cabe recordar que el Poder Judicial dictó 18 meses de impedimento de salida del país contra Alan García a pedido del fiscal José Domingo Pérez. Horas después de confirmada esta decisión, el ex presidente acudió a la residencia del embajador de Uruguay, Carlos Barros.
Expresidente Alan García ya se encuentra en su domicilio.
Posted by Diario La República on Monday, December 3, 2018
Vídeo fuente: La República
Palabras del ex presidente Alan García Pérez
Al conocer la decisión del gobierno de Uruguay he abandonado esta mañana la sede de su embajada. Declaro que solicité el asilo previsto en la Constitución ante la inminencia de una orden de detención, pero cumplido ese paso estaré en mi domicilio, a disposición de todas las investigaciones y convocatorias que se me hagan, así como he concurrido ya a 49 citaciones fiscales, judiciales y del Congreso.
Declaro que no existe ninguna delación, prueba o depósito que me vincule a ningún hecho delictivo y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de algunas de sus obras, lo propalado en estos días solo consiste en rumores y especulaciones que jamás tendrás comprobación por ser totalmente falsas.
Cuando se me convoque asistiré con puntualidad como lo he venido haciendo y esperando que sea ajenas a la verdad las intenciones de una detención arbitraria.
Agradezco al Embajador Barros y a su señora esposa la hospitalidad brindada y deploro cualquier molestia ocasionada.
L. R. C.
