En la comunidad nativa de Cuninico, distrito de Urarinas, provincia y región Loreto, se dieron a conocer más cortes. El hecho se inicio el 2 de enero en el Tramo I del Oleoducto Norperuano (ONP).
“Desde diciembre del 2021 hasta la fecha, ya suman 15 ataques con más de 50 cortes intencionales, de los cuales la mayoría se han registrado en el Tramo I”, informó Petroperú.
Bajo ese contexto, la empresa de petróleo imploro a detener los ataques que afectan y degradan al medio ambiente, incluso dignifican significativamente a las comunidades y su entorno.
Pero este tipo de conflictos no sería algo nuevo, ya que desde el 2012 ha sido recurrente esta problemática, menciona César Gutiérrez.
En un principio hubieron tres hechos relevantes que desencadenaron tolo lo mencionado. Primero, tuvo roturas por absolescencia y mal mantenimiento que originaron impactos ambientales, lo segundo es que hubo mantenimiento fuera de plazo que derivó que Osinergmin desautorizara su operación y lo tercero fue una mal entendimiento y falta de comunicación con las pequeñas comunidades afectadas.
“Hacia finales del 2014 se tomó la decisión errada de hacer pagos superiores al régimen de construcción civil de Lima, por labores de limpieza en los lugares con impactos ambientales, lo que originó un incentivo para tener ese ingreso de forma permanente. Fue el origen de las roturas por acción de terceros”. afirmó el ex presidente de Petroperúex.
Sumado a ello, Gutiérrez agrega que el ONP está obsoleto, todo el crudo transportado no supera los 10,000 barriles por ello se cobra $10 el barril, siendo una cifra demasiado alta.