Este 24 de diciembre se celebrará para todos los creyentes el nacimiento del Niño Jesús. En la ciudad del Cusco se tiene una peculiar tradición, la cual consiste en la compra de un «Niño Manuelito», una escultura de un menor que está hecho con cabello ondulados, dientes a base de plumas de cóndor, cuerpo tallado a mano de madera y vestido con chaquetillas y monteras andinas.
En el Cusco, la imagen del Niño Manuelito, es venerada durante las fiestas navideñas durante la festividad del “Santuranticuy”, que se prepara con seis meses de anticipación y se escenifica en la Plaza de Armas de la antigua Ciudad Imperial de los Incas, donde artesanos de todas las comarcas llegan con sus creaciones.
La imagen del niño Manuelito ha sido creada en una fusión de lo hispano con lo andino, por lo que se torna diferente y dinámica. Algunos artesanos lo esculpen con el rostro de un niño blanco pero con “chapas” rojas en alusión al clima de la sierra.
En algunas representaciones, el niño Manuelito tiene el pie herido por una espina, otras aparece gateando y tratando de erguirse o con la mano en la cabeza en actitud de meditación. Según las tradiciones andinas, no son las campanas de Belén que anuncian el nacimiento del Salvador sino las de la Iglesia del Cusco.
Como dichas esculturas son realizadas a mano tienen diversos precios, los cuales pueden llegar desde los 50 soles hasta los 800 soles, ya que están hechos con detalles únicos que reflejan la tradición cusqueña.
