Momia de niña inca regresa a Bolivia

De acuerdo con algunos de los estudios aún no se denomina el lugar exacto de su nacimiento, pero se cree que fue originaria de la región del altiplano cercana a la Paz.

Foto: Internet

La niña inca a quien se le llama Ñusta, princesa en quechua, parece estar sentada apunto de hablar, con trenzas a ambos lados de su rostro oscuro y en su mano sostiene pequeñas plumas. Aunque falleció a los ocho años por causas que aún se desconocen, las autoridades bolivianas afirman que sus restos y el ajuar funerario con el que se sepultó a la niña fueron sacados del país en 1890, por el hijo de un diplomático estadounidense.

Demoró 129 años en volver a casa y sorprende por la gran conservación que mantiene. Aún no se ha podido precisar el lugar exacto de su nacimiento, pero se cree que habitó cerca la región de La Paz. Otros estudios afirman que pudo haber nacido entre 1400 y 1500, antes de la llegada de Cristóbal Colón a América.

Aunque por el momento los hechos no se encuentran del todo claro, se sabe que fue donada a la Universidad Estatal de Michigan. Su llegada al altiplano se dio gracias a una mediación entre el gobierno estadounidense y la embajada boliviana en ese país.

William A. Lovie, profesor de antropología de la UEM, cree la Ñusta, quien en la actualidad permanece en una cámara refrigerada del Museo Nacional de Arqueología en el centro de La Paz, fue parte de un grupo étnico aymara llamado Pacajes (1100 d.C-1450 d.C).

Parte de sus accesorios funerarios incluyen sandalias de cuero, una honda, una manilla de hilo, una olla pequeña de barro y bolsitas tejidas que contienen restos de fruta, maíz y coca. Uno de los estudios estaría listo en noviembre, cuando el funerario esté exhibido al público durante la fiesta de difuntos.

«En los últimos años el gobierno de Bolivia ha logrado repatriar importantes bienes arqueológicos robados o sacados ilegalmente del país, pero es la primera vez que se trae de regreso un cuerpo», dijo la ministra de Culturas, Wilma Alanoca.

E.T.R.