En el país se estima que 15 de cada 100 parejas que intentan concebir en el periodo de un año, no lo consiguen. Es por ello que se entiende que la infertilidad va de la mano con los trastornos o deficiencias, ya sea de manera genética, hormonal o ambiental como la prolongación a los rayos del sol.
«Las altas temperaturas del verano pueden deteriorar momentáneamente los espermatozoides hasta un 60 %. La carga genética (ADN) del gameto masculino puede lesionarse y afectar la cantidad, función y forma aumentando el riesgo de abortos espontáneos, pocas probabilidades de embarazo y fallos de implantación», indicó así Carlos Vergara, director médico del Centro Especializado en Reproducción Asistida Niu Vida.
Por ello se recomienda que los varones deben evitar usar ropas ajustadas y exponerse a estas altas temperaturas, dado que afecta directamente sus miembros genitales por la ropa que emplean ya sea para dirigirse a un jacuzzi o sauna, o a lo mejor por motivos laborales y/o profesionales.
Asimismo, Vergara también detalló: «Los testículos se alojan fuera del cuerpo para que, precisamente, su temperatura sea más baja a los 37 °C del cuerpo y se puedan producir los espermatozoides. Sin embargo, si la temperatura es igual o más que al resto del cuerpo, podrían presentarse anomalías».
Es por esta razón que se recomienda a los hombres que se realicen un espermatograma para lograr saber su capacidad reproductiva, ya que la infertilidad masculina se podría interpretar como la esterilidad en la persona, pero no todos saben el significado.
A. J. M.