Trujillo: Palabras del papa Francisco a miles de fieles

Un millón de fieles católicos escucharon atentos la ceremonia religiosa que dirigió el sumo pontífice en la explanada de Huanchaco. Francisco comenzó su discurso haciendo alusión de la felicidad que le produjo celebrar la alegría del Evangelio en la Ciudad de la Eterna Primavera.

Asimismo, destacó el trabajo de los pescadores que sustentan su vida pescando en “caballitos de totora”, haciendo una comparación con el oficio de los discípulos de Jesucristo.

Acerca del fenómeno producido en nuestro país a principios del año 2017, el Papa Francisco mencionó que, los apóstoles conocieron la bravura y golpes de la naturaleza. “Así como ellos enfrentaron la tempestad sobre el mar, a ustedes les tocó enfrentar el duro golpe del “Niño costero”, cuyas consecuencias dolorosas todavía están presentes en tantas familias”, mencionó.

También, expresó que estos “sacudones” son cuestionamientos en nuestras vidas. “Estos sacudones cuestionan y ponen en juego el valor de nuestro espíritu y de nuestras actitudes más elementales”, precisó.

El papa Francisco hizo referencia al Evangelio tomado del libro de San Mateo que se leyó en la santa misa, sobre el aceite para las lámparas que iluminan el camino.

“¿Qué les pasó a las muchachas del Evangelio que hemos escuchado? De repente, sienten un grito que las despierta y las pone en movimiento. Algunos se dieron cuenta que no tenían el aceite necesario para iluminar el camino en la oscuridad, otras en cambio, llenaron sus lámparas y pudieron encontrar e iluminar el camino que las levaba hacia el esposo”.

“Lo mismo nos pasa a nosotros. En determinadas circunstancias nos damos cuenta con qué hemos llenado nuestra vida. Qué importante es llenar nuestras vidas con ese aceite que permite encender nuestras lámparas en las múltiples situaciones de oscuridad y encontrar caminos para salir adelante”

La inseguridad en nuestro País es el pan de cada día, es por esto que Francisco nos hizo un llamado a que la única salida a estos males de la delincuencia es la palabra de Dios. “Tormentas que también nos cuestionan como comunidad y ponen en juego el valor de nuestro espíritu, se llaman violencia organizada como el “sicariato” y la inseguridad que esto genera”, precisó el santo padre.

“Muchas veces nos interrogamos sobre cómo enfrentar estas tormentas, o cómo ayudar a nuestros hijos a salir adelante frente a estas situaciones. Quiero decirles: no hay otra salida mejor que la del Evangelio: se llama Jesucristo“.

I.G.V