El presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodriguez, indicó estar en contra de la pena de muerte para los violadores de menores de edad, puesto que los constantes errores en el sistema judicial no son garantía para ampliar el alcance hasta dicho castigo.
Según sus declaraciones, uno de los ejemplos que refleja esta realidad se llevó a cabo en 1957, donde el “Monstruo de Armendáriz” falleció por fusilamiento tras ser acusado de violación, secuestro y asesinato a un niño de 3 años.
“Ahora existen muchas evidencias de que habría sido una condena a un inocente. Pero, en fin, son errores ya irreparables”, sostuvo el presidente del Poder Judicial. En todo caso, para reestablecer la pena de muerte, se debería modificar la Constitución de 1993.
Por otro lado, argumentó estar de acuerdo con la anulación de beneficios penitenciarios y a la ampliación de pena carcelaria para el delito de violación sexual. Debido que sólo el agresor recibe una sentencia de 6 a 8 años, según el artículo 179 del Código Penal.
L.M.J
