Estar junto a un gran número de personas en un lugar cerrado aumenta las probabilidades de adquirir una enfermedad. Este tipo de situaciones se aplica para las personas que realizan viajes en avión. Se ha descubierto que las personas que se sientan en la parte delantera, posterior y a los laterales son más propensas a infectarse.
“Los pasajeros sentados a menos de una fila y menos de dos asientos laterales de la persona enferma tenían una probabilidad de al menos 80 % de ser infectados .Para todos los demás pasajeros, la probabilidad de contaminación era menos del 3 %”, informó la investigación de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencia (PNAS).
La Universidad de Emory y el Instituto de Tecnología de Georgia ha realizado el primer estudio que determina con porcentajes la probabilidad de contraer una enfermedad por la proximidad del infectado.
Las órdenes de salud pública generalmente monitorean a las personas que se encuentran alrededor de la persona enferma. Pero gracias a este hallazgo se eliminará la creencia de que si alguien tose todos los pasajeros se contagiará. El experimento consistió en abordar diez vuelos y hacer el seguimiento a los movimientos de los pasajeros y así determinar cuál es la probabilidad de que estos contraigan infecciones como la influenza.
Se tomaron muestras de los objetos que estaban expuestos a los pasajeros como cinturones o estantes y no se encontraron señales de virus. Para evitar cualquier contagio se recomienda lavarse las manos o usar desinfectantes durante el viaje.
Un dato curioso es que los tripulantes son capaces de transmitir una infección a 4 personas por vuelo por esa razón está prohibido que vuelen hasta que su estado mejore.
C.V.M
