Elsa Vega Campomanes, una ciudadana que le detectaron fibrosis pulmonar terminal en el año 2015, vivía postrada en una silla de ruedas, dependía de un balón de gas de oxígeno, pero gracias a una persona que dono sus órganos se pudo realizar una operación para el bien de Elsa.
“Deje de trabajar y de realizar mis actividades básicas. En el 2015 me hicieron el diagnostico y estuve en lista de espera hasta el 26 de noviembre del 2017. Esto es un milagro. He vuelto a nacer, es maravilloso volver a respirar” conto Elsa Vega.
Elsa pasó por más de 400 pruebas para poder confirmar si era compatible con el donante, fueron diversos exámenes para descartar VIH, Hepatitis B, sangre, las medidas del pulmón, entre otras pruebas.
La cirugía empezó a las 10:00 a.m. hasta las 11:00 p.m. una noche después a la de navidad, profesionales, tecnología y experiencia profesional fueron optimistas y apostaron una vez más por hacer todo lo posible por salvar una vida.
“Ella ha respondido muy bien, es una mujer de 41 años y tiene mucha fortaleza. Durante el proceso de tratamiento su familia deberá ser un soporte muy importante para que cumpla su medicación y se recupere” dijo Octavio Cubas Paredes.
A.R.A
