José Carlos Mariátegui: Vida y obra del Amauta

José Carlos Mariátegui se desempeñó como periodistas desde los 15 años de edad.

Hoy, hace 88 años, dejó de existir una de las mentes, si no la primera, más célebres e ilustres de nuestra historia. José Carlos Mariátegui, un autodidacta y lector voraz que iluminó las letras castellanas. Falleció un 14 de abril de 1930. Mariátegui, el escritor comprometido, el socialista confeso, siguió el camino de la muerte dejándole a la vida sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, texto que todo peruano debe leer.

El Amauta, como le denominaban los intelectuales de la época, vio por primera vez el inmenso cielo de Moquegua un 14 de junio de 1894. Sus padres, Francisco Javier Mariátegui Requejo y María Amalia La Chira Ballejos, fueron sus maestros de enseñanza. En 1899, su familia se muda a Huacho donde el pequeño Mariátegui sufre un accidente que lo dejó con una anquilosis que, desde ese momento, lo acompañaría por el resto de su vida. Aquel suceso marcó un sendero a Mariátegui, puesto que este hecho impulsó al joven pensador a dedicarse de lleno en la lectura y los estudios.

En 1909 y con tan solo 15 años en su haber, ingresa al diario la Prensa para realizar pequeñas labores como el de alcanzarrejones. Es ahí donde forja un espíritu periodístico basado en el análisis y la crítica. Este trabajo le forjó un pensamiento autónomo, lo que le llevó a escribir en la recordada revista Colónida, donde conoció a intelectuales de la época como, por ejemplo, el escritor Abraham Valdelomar. Paralelo a su trabajo como periodista, Mariátegui escribía poesía e incluso llegó a completar un libro poético que no pudo llegar a ser publicado.

Años después, en 1918, la postura de Mariátegui fue tomando forma. El socialismo, tan predominante en aquella época, se posó en la mente del pensador peruano dejando en él su rocío de lucha social. Esto, sumado a las lecturas de los escritos de Gonzáles Prada, lo llevó a interesarse aun más por la justicia social. Mariátegui se vincula a los más notables pensadores de la época como son el poeta César Vallejo, el político Víctor Raúl Haya de la Torre, el crítico literario Luis Alberto Sánchez y el diplomado y estudioso, Raúl Porras Barrenechea.

El gobierno de Augusto B. Leguía ve en Mariátegui a un hombre capaz de movilizar a las masas, por tal motivo le brinda una “beca” a Europa. Ya en aquella época, Mariátegui había decidido usar su voz y su letra como una forma de protesta al régimen. En su estadía en el viejo continente, Mariátegui conoce las principales fuentes del socialismo. Durante sus viajes a Italia, Rusia, Checoslovaquia, Francia y Alemania, Mariátegui alimentó sus ideas. Esto permitió que su concepto e ideal del socialismo como única fuente del desarrollo colectivo se convierta en su principal objetivo, su meta en la vida.

En 1923, retorna al Perú siendo un hombre diferente, con un objetivo claro, lograr a través de la actividad política e intelectual “Peruanizar al Perú”. Un año después de su regreso se le amputa la pierna. Tras esto funda la revista Minerva, y la revista Amauta, la que logró reunir a todos los grandes escritores peruanos del siglo XX. Esta revista significó para el escritor “un movimiento, un espíritu”. En 1927 publica su texto Los siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, donde analiza y estructura, de forma sumamente aguda, los procesos de la economía, la historia y la literatura peruana, pero, sobre todo, destapa el problema y la propuesta de solución para la revaloración de la esencia peruana, el indio. Un año después, funda la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).

Mariátegui, debido a su gran reconocimiento, es invitado en 1929 a la Conferencia Comunista de Latinoamérica en Montevideo. No obstante, debido a su delicado estado de salud, no pudo participar. Aquel mismo año, Mariátegui falleció el 16 de abril de 1930, en víspera de viajar a Argentina para ser tratado. Fue enterrado en el Presbítero Maestro. Pese a su muerte, la obra de Mariátegui sigue en vida, sus textos son fundamentales para conocer de fondo a nuestro país, para entender que el proyecto que permita el desarrollo del país no “es calco ni copia”, que el progreso de la patria está en “peruanizar” al mismo pueblo peruano.

F.C.C.