Hace pocas horas se confirmó, mediante los voceros de su partido, la muerte del político zimbabuense Morgan Tsvangirai, en Johannesburgo, Sudáfrica, a causa de un cáncer de colón que venía padeciendo desde hace años y por el cual se había trasladado desde hacía dos años al país austral, señalando varios su deceso como una pérdida para la democracia.
Tsvangirai era la cabeza histórica del Movimiento por el Cambio Democrático (MCD), el partido de oposición más importante de Zimbabue y el único que había podido hacerle frente, al menos en parte, al régimen autoritario de Robert Mugabe, quien gobernara Zimbabue hasta fines del 2017, cuando fue depuesto por un golpe militar incruento.
Antes de entrar en el terreno de la política, Tsvangirai tenía una amplia trayectoria como sindicalista, llegando a presidir incluso el Congreso de Sindicatos de Zimbabue. Durante su carrera política, en la que se enfrentó dos veces en elecciones con Mugabe, sufrió constante acoso, además de acusaciones de traición en base a su oposición al régimen, hechos que lo convirtieron en uno de las caras democráticas del sur de África tras la caída del Apartheid.
L.I.P.R.
