Entrevista con el Sr. Hach Ahmed Barikala, miembro de la coordinadora de ISC

Realizó la entrevista : Said Zarwal.

P- La  pregunta que se hace toda la gente es si la Iniciativa por el Cambio se enmarca dentro o fuera del Frente Polisario en su condición de representante único y legitimo del pueblo saharaui.

R- Muchas gracias por ofrecerme esta oportunidad. La Iniciativa Saharaui para el Cambio es simplemente un llamamiento al debate y al dialogo que recoge las inquietudes y opiniones políticas de muchos saharauis que, conscientes de la complejidad del momento,  ven la necesidad de una rectificación urgente para salvar el proyecto nacional. Naturalmente es una acción que pretendemos enmarcar  en el Movimiento de Liberación histórico y único,  con  el que todos los saharauis están identificados y que hoy encarna el F Polisario.  En ningún momento tenemos en el ánimo de suplir o desplazar al Polisario o infravalorar su carácter como instrumento de liberación e interlocutor único y exclusivo. Por consiguiente la iniciativa no se  plantea como un ente disociado del Movimiento de Liberación y nuestra aspiración es que encuentre encaje en el mismo desde la diversidad de las opiniones y sensibilidades políticas y no sea perseguida o repelida como un cuerpo extraño. En ese hipotético escenario hemos de repensar…

P- La gente se pregunta también porque se ha proclamado la Iniciativa fuera y no dentro de los campamentos de refugiados saharauis.

R- Ello se debe al hecho de que algunas las personas relacionadas con la iniciativa son funcionarios y trabajan en el exterior. Esa es la razón pero, en mi opinión, esa circunstancia no le resta valor a la iniciativa. Por ejemplo  el Primer Congreso del Polisario se celebró en un país extranjero (Mauritania) y ello no minimizó su trascendencia. Con independencia de donde haya nacido Iniciativa para el Cambio, he de subrayarlo, no se plantea como una fuerza política, sino como una llamada de atención,  un grito,  para emprender el debate necesario en un momento crucial de la historia del pueblo saharaui. Queremos que involucre a todos los saharauis y no solo los que se mueven en la órbita del poder político. Su propósito no es otro que impulsar la búsqueda de  soluciones a las deficiencias  que arrastra el movimiento saharaui. En este sentido la iniciativa en si recoge ,incluso las  preocupaciones del nuevo Presidente quien en sus primeras declaraciones y discursos hizo referencias directas e indirectas  al desorden, a la corrupción  y a la necesidad del cambio y la rectificación, lo cual  genero expectativas aún pendientes de cumplir. El momento es propicio para ello.

P- Algunos piensan que por haber formado parte del sistema no podéis luchar contra la corrupción. ¿Qué opinas?

R- No tenemos la intención, ni corresponde erigirnos como fiscales para juzgar las conductas personales. Considerar que todo y todos en el régimen están infectados es una exageración. En el documento que dimos a conocer hablamos de hechos de corrupción, a secas.  Lo que es reprochable en este orden es la incapacidad del sistema de activar  los órganos de control o de ética decididos y ratificados en mas de un Congreso. Conductas reprobables de esta índole, como en todas partes del mundo, solo crecen cuando las instituciones son frágiles o no ejercen debidamente sus funciones y las nuestras, como ha quedado probado, están en plena decadencia.

P-¿Por qué no habéis emprendido antes esta iniciativa y porque razón no secundaron otras acciones contra la corrupción como la protagonizada por los jóvenes del 5 de marzo?

R- La iniciativa es el resultado de un proceso de reflexión y culminación de muchas experiencias y esfuerzos individuales y colectivos  hechos en el pasado, entre ellos, sin duda,  el 5 de marzo. Porque ahora y no antes? Las cosas suceden cuando las condiciones objetivas lo determinan. Creo que  es el momento de aunar todos los esfuerzos y mas que nadie los jóvenes están emplazados para esta labor de reconducción  del proceso de liberación nacional. Es necesaria una transición generacional  para superar el anquilosamiento del liderazgo actual.

P-¿Cuál seria vuestra posición en caso de que no se os permite celebrar vuestra asamblea en los campamentos de refugiados saharauis?.

R- Dudo que el “talante democrático” de la actual cúpula, especialmente de los llamados barones o halcones permita un hecho sin precedente como este.Lo razonable es que 30 años después de la caída del muro de Berlín se pierda el miedo a toda acción o corriente renovadora. De hecho se trata de un ejercicio que se ajusta perfectamente al principio de la critica proclamado por el frente Polisario, Un sistema político vigoroso y solido es aquel capaz de regenerarse desde dentro, sin recibir golpes desde fuera o sacudidas fuertes y traumáticas como la que conoció el Polisario en 1988, aunque las motivaciones y propósitos fueron otros. En todo caso esto es el comienzo y aun no hay estimación de fechas, ni lugar para el evento. Lo deseable es que la Iniciativa sea recibida con una voluntad seria de debatir, revisar y rectificar. No hay que tener fobia al término revisión o rectificación. Es un ejercicio saludable, indispensable, incluso. En  política, como instrumento al servicio de la sociedad o se renuevan y se adaptan los estilos y el discurso o se termina desfasado. La historia de la humanidad esta repleta de ejemplos y lo vimos recientemente en algunos países árabes donde los sistemas construidos en torno a liderazgos rígidos, eslóganes revolucionarios y no pocos aduladores,  terminaron hundidos o aplastados por su incapacidad de renovación. Es  perjudicial para la salud del sistema y para su imagen exterior que personajes, algunos con credenciales de dudosa reputación, ejerzan por más de 30 años…o que no suceda una renovación sino tras el deceso de algún dirigente.

P- Decís que rechazáis el status quo que prevalece desde 1991. ¿Tenéis un plan para salir de esta situación?

R- No se trata de ponernos entre las cuerdas y  pedirnos soluciones  mágicas  que  ni siquiera tiene la ONU. Tampoco tenemos una hoja de ruta. Lo que sí creemos es que con instituciones frágiles  como las que tenemos hoy difícilmente podemos avanzar. Ese debe ser el punto de partida para el debate que se propone.  Por otro lado, el liderazgo ha de aprender de los errores del pasado, de las decisiones precipitadas e inmaduras en las que, muchas veces, se incurrió de manera individual o colectiva y cuyas consecuencias  explican en parte el estancamiento de hoy  y la falta de perspectivas. Me refiero a los acuerdos de paz con Mauritania, el plan de paz de la ONU de 1991, la carretera de Guerguerat en sus inicios o la última crisis en torno a esa cuestión. Asimismo el discurso de corta duración a partir de hipótesis y escenarios ficticios,  prometiendo soluciones y desenlaces cada año en base a la agenda de la ONU  o lanzando amenazas de vuelta a la lucha armada sin querer o poder cumplirlas,  ha dejado sin credibilidad a los dirigentes y  a la opinión publica confundida.
En el debate que se pretende impulsar, la dirección política del Frente Polisario debe rendir cuentas. Después de 44 años de lucha y de sacrificios,  tiene  que hablar claro a su pueblo, decir qué hemos conseguido, explicar dónde estamos, a donde nos dirigimos y que tenemos en nuestras alforjas para  la larga travesía que, al parecer, tenemos por delante.

P- En vuestro comunicado mencionasteis la posibilidad de aportar apoyos a la solución negociada en base a la legalidad internacional. ¿ A qué se refieren?

P- Lo que planteamos es la opción de impulsar desde nuestra posición apoyos para que la solución negociada entre Marruecos y el Frente Polisario, que respete la autodeterminación del pueblo Saharaui, se logre cuanto antes. Y para este fin abrir la comunicación y los contactos con diferentes fuerzas políticas, parlamentos y organizaciones de la sociedad civil en el extranjero.

P- ¿Habéis tenido consultas con círculos extranjeros, países u organizaciones antes de la publicación del manifiesto constituyente?

R- En absoluto. Las únicas consultas fueron entre grupos de intelectuales y cuadros saharauis.

P- Os habéis referido a la necesidad de reflexionar acerca de los problemas sociales derivados de los años de guerra y la mejora de los servicios así como soluciones para una juventud sin expectativas. ¿Tenéis ideas prácticas para ello o tan solo son alegaciones para consumo mediático?.

R- No hay que confundir los papeles. El Frente Polisario y el Estado Saharaui son los que tienen la responsabilidad y la obligación de cumplir con esas tareas. Lo que es evidente es que las políticas sociales fueron un fracaso porque las instituciones dejaron de ser instrumentos adecuados para dicho empeño. Hoy en día la tarea primordial es recuperar dichas instituciones, convertidas en los últimos tiempos en propiedades privadas y fortalecerlas desde la más pequeñas a la más importantes o estratégicas de tal modo que puedan estar a la altura de los desafíos y los problemas reales de la gente, los jóvenes en primer lugar; poner fin a los casos de corrupción, a la impunidad, potenciar las leyes y la seguridad,  mejorar los servicios, reducir las desigualdades sociales, hacer hincapié en programas extraordinarios para los sectores mas vulnerables, mayor dedicación a  los hijos y viudas de los mártires, y para ello aprovechar mejor los programas sociales y las ayudas humanitarias o proyectos de cooperación; hay que abrirse a la participación de los jóvenes y de la mujer pero desde criterios de competencia, igualdad, transparencia, honestidad y no en base a consideraciones subjetivas como la afinidad personal, las amistades y otros no menos perjudiciales para el proyecto nacional.
Respecto a las zona ocupadas es preciso recuperar el espíritu inicial de las movilizaciones, alejarnos de los enfoques basados en las riñas y divisiones tribales entre los distintos grupos y priorizar la liberación de los presos políticos y a su cabeza los de Gdeim Izik. Las negociaciones con Marruecos y colaboración con la ONU deben partir de esa premisa.
En el plano exterior dos tareas imprescindibles: revisar y potenciar los mecanismos  de  coordinación y dialogo con los aliados y reestructurar  una diplomacia que languidece por momentos.

P- Muchos prometieron reformar las instituciones  y limpiarlas de los hechos de corrupción pero al ser designados en cargos  del gobiernos o puestos diplomáticos renuncian a ello. ¿Vais a renunciar a este proyecto si sois designados para algún puesto en el gobierno o en funciones diplomáticas?

R- No tenemos la intención, particularmente en mi caso, de ocupar puesto de responsabilidad alguno. De hecho en dos ocasiones puse mis cargos a disposición y desde el 14 Congreso quedé excluido de los órganos del Polisario no pudiendo, siquiera, renovar mi pasaporte saharaui. Nuestra motivación, repito, es impulsar la revisión, la rectificación, por no usar otra palabra  “tabú”,  a través del debate sereno, maduro y constructivo.
ا ادﻧﺎه ﻓ ﻟﺮاﺑﻂ ا ﻲ ﺑ ﻟﻌﺮﺑﯿﺔ ا ﺎﻟﻠﻐﺔ ﻟﻠﻘﺎء
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