La bipolaridad es una enfermedad mental que afecta a miles de personas y se caracteriza por los cambios notorios de humor, pensamiento, comportamiento, etc. La persona que lo padece pasa de un estado de alegría a depresión.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno es la sexta causa de discapacidad a nivel mundial y del 1 % al 2 % la padecen. En México, por lo menos tres millones de personas tienen esta enfermedad.
La genética y el maltrato infantil pueden ser un detonante en la enfermedad mental. Para la psiquiatra, Yolanda Pica Ruiz, “un niño que ha sufrido maltrato es candidato a ser bipolar. Sabemos que en la genética de este trastorno están involucrados 16 cromosomas que condicionan el desarrollo de esta enfermedad, así que si un niño tiene genes y lo maltratan, lo más seguro es que será bipolar”
Si se tiene familiares que se hayan suicidado o tengan problemas con el alcohol y las drogas, ayudan a que este trastorno se desarrolle.
“De acuerdo con datos del Congreso de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar, hay niños de 12 años con el padecimiento, cuando los síntomas se presentan entre los 18 y 20 años, comúnmente”, manifestó Pica Ruiz.
Los pacientes padecen un 50 % de episodios intensos o síntomas aislados a lo largo de sus vidas, afectando la calidad de vida de estas personas. La OMS afirma que aquellos que tienen este trastorno tienden a suicidarse.
Las estadísticas en México indican que de los tres millones de personas que viven con esta enfermedad, el 70 % no es diagnosticado a tiempo. “Hay pacientes que tardan hasta 10 años en ser diagnosticados a partir de su historial clínico, lo que incrementa el riesgo de padecer diabetes, hiperlipidemias y problemas de la tiroides”, comentó la psiquiatra.
Su tratamiento se realiza a base de antipsicóticos atípicos; sin embargo, la terapia social ayudará a mejorar las actividades del paciente, reduciendo los periodos de crisis.
C.V.M
