Tras el atentado a una estación de policía en el barrio de San José en Barranquilla, Colombia el pasado sábado, el presidente Juan Manuel Santos ha decidido este lunes suspender el nuevo ciclo de negociaciones de paz que venía desarrollando con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), luego que este grupo guerrillero se atribuyera la autoría del ataque.
El atentado dejó un saldo de 5 muertos y 41 heridos, fue el punto final y un duro golpe a la política de apaciguamiento antiterrorista que había caracterizado al gobierno del presidente Santos, a fin de lograr la paz con los grupos armados que venían aterrorizando al país desde hacía décadas: primero con las FARC, hecho que se logró en 2016, y luego con el ELN, cuya negociación había empezado en 2017 y que, a consecuencia del ataque ha sido suspendida indefinidamente.
El presidente colombiano, en recientes declaraciones, fue contundente respecto al tema y señaló la voluntad del gobierno de su país en pos de alcanzar la paz y proteger a sus ciudadanos, pero que al verse empañados estos principios, por la violación constante de proceso de paz y la falta de coherencia entre palabra y hecho del grupo guerrillero, se verá obligado a adoptar medidas más duras a fin de hacer respetar los principios de su nación.
L.I.P.R
