Ciudad del Cabo, la primera ciudad sin agua del mundo

Vista aérea de Ciudad del Cabo. Foto: Newlink

Ciudad del Cabo, Sudáfrica, la ciudad más importante del país y que fuera la sede de la final del Mundial 2010 se enfrenta a un problema grave, que según las propias autoridades de la ciudad, tiene el carácter de irreversible: la falta de abastecimiento de agua, que amenaza con secar los reservorios de agua de la ciudad en poco tiempo.

Desde hacía años, la ciudad enfrentaba problemas con respecto a la distribución del agua, tras una larga y severa sequía, que sumada a la falta de lluvias, el aumento vertiginoso de la población citadina y la falta de responsabilidad de esta en el consumo de agua, han llevado la ciudad a una situación límite.

Para tener una idea de lo crítica que es la situación en Ciudad del Cabo, es preciso aclarar que el nivel de los embalses de agua que proveen a toda la ciudad se encuentran al 28, 1 % de su capacidad, lo cual es una cantidad insuficiente de agua, teniendo en cuenta que la ciudad sudafricana tiene una población de casi cinco millones de habitantes.

Y no solo eso, sino que se prevé que el ritmo actual que se gasta el agua, el volumen disponible se reduciría a menos de la mitad actual en tan solo tres meses. Cabe aclarar que, una vez reconocido el problema, se recurrió a campañas de concientización para atenuarlo, sin embargo, la actual situación no hace sino comprobar el fracaso de estas.

Esto ha obligado a las autoridades a tomar medidas severas para evitar la sequía total de la ciudad, que van desde recortar los servicios a los ciudadanos, preservando el agua solo para infraestructuras básicas como hospitales y limitando el consumo diario de agua por persona a 50 litros durante 150 días, medida que según resultados se evaluará su continuación.

“Ya no podemos pedirle a la gente que deje de desperdiciar agua. Debemos obligarlos”, fueron las palabras de la alcaldesa de Ciudad del Cabo Patricia de Lille, que determinó el 1 de febrero como la fecha de inicio que espera que puedan salvar a su ciudad de un desastre ecológico y social de grandes magnitudes.

L.I.P.R