El moverse en un micro o en una combi a cualquier hora del día en Chiclayo se vuelve cada vez una situación crítica y molestosa. Sobretodo en las denominadas “horas punta”, donde los pasajeros viven una odisea inexplicada.
Combis que trasladan más personas de lo que debe trasladar, pasajeros como animales enjaulados dentro de la unidad, la falta de hábito para ceder el asiento reservado o el doloroso ruido musical que proviene de los parlantes sobre los asientos, son algunos breves ejemplos del caos que se vive en el transporte urbano.
“Si en una combi nadie se ofrece a ceder el asiento, estamos frente a un factor fijo para el caos vehicular. Las unidades de transporte consideran a las personas como mercancías que generan beneficios. Es de suma necesidad un cambio del transporte en la ciudad”, comentó el ingeniero Antonio Rabanal.
Rabanal añade que es obligación de la Municipalidad Provincial de Chiclayo poner en funcionamiento una nueva ordenanza que contenga nuevas reglas y sanciones para el criticado sector de transporte.
S.H.C
